martes, 27 de octubre de 2015

Adaptación cuento folclórico. "Toda clase de pieles"

“TODA CLASE DE PIELES”
Había una vez, un reino muy muy lejano, donde vivían la reina Blanca y el rey Abel. Vivían en una casa muy grande, rodeada de enormes jardines, pero les faltaba un detalle para ser meramente felices, tener un bebe. Años después, Blanca la reina, por fin se quedó embarazada y dio a luz a una niña preciosa, le pusieron de nombre Adriana.

Cuando Adriana solo tenía 7 meses, Blanca su mama cada vez estaba más enferma... Mientras Abel se despedía de ella, está le pidió que cuidase de su hija, que por favor abriese el cajón de su mesilla y sacará su anillo de bodas, el colgante de su abuela y otro colgante de su madre, para que Adriana sepa que siempre iba a estar con ella. Y por último le pidió, que debía tener descendencia, debía volver a casarse, lo único que le pidió es que con la mujer que se casase, tenía que ser más bella que ella y eso que la reina Blanca era una de las mujeres más hermosas. El rey Abel concedió todos y cada uno de los deseos que su mujer le había pedido antes de morir.

Desde que murió su madre, Abel no dejo en ningún momento sola a su hija Adriana, le había prometido a su mujer que cuidaría de ella y así lo hizo. Se pasaban las tardes enteras jugando, pintando… Era una niña muy guapa, con el pelo largo, rubio, ojos verdes, igualita que su madre.

Mientras la niña dormía, el padre organizaba bailes en el jardín para encontrar una nueva esposa que fuese más bella que la reina Blanca. Pasaban los meses y Abel seguía sin encontrar a nadie, es más, ni el mismo quería una nueva esposa.
Un día, Adriana subió a hablar con su padre y le dijo: Papá te veo preocupado, si no vas a amar a una mujer como amaste a mamá no sigas buscando y el padre tan sorprendido le contestó: ¿de verás dices eso? ¿Crees que tu madre pensará lo mismo? No sabes el peso que me quitas de encima… No quiero a otra mujer en mi vida, quiero a tu madre. Después de una larga conversación, el padre decidió hacer caso a la niña, no iba a seguir buscando una nueva esposa.
Más tarde, hablando padre e hija, el padre le dijo: me gustaría entregarte un regalo que tu madre me dio para ti. Este anillo de bodas de tu madre, este colgante de tu abuela y este colgante de tu bisabuela. Cuando Adriana recibió ese regalo tan especial, se emocionó y fundió en un enorme abrazo a su padre.

Esa misma noche, el padre estuvo pensando que hacer para que el reino tuviese descendencia, por lo que decidió casar a su hija con el príncipe Arturo, de otro reino.
Cuando se lo comentó a Adriana, ella no entendía nada. ¿Si ella no le había obligado a su padre a casarse con otra mujer, porque ahora ella debía de hacerlo? Pensaba Adriana constantemente.
Tras una larga discusión, el padre seguía insistiéndola y Adriana lo tenía claro, si el padre quería que se casase, ella quería 3 vestidos, uno tan dorado como el Sol, otro tan plateado como la luna y el último tan brillante como las estrellas.

Como lo único que quería el padre era que su hija se casase, aceptó y se puso manos a la obra para conseguir esos vestidos. Dos meses más tarde, el padre ya tenía los vestidos y se los dio a su hija.
Con el paso del tiempo, Adriana le dijo a su padre: si realmente quieres que me case, mi futuro marido me tendrá que hacer un regalo de bodas ¿no? Quiero un abrigo con todas las pieles de los animales.
Al día siguiente, el padre fue a hablar con el príncipe Arturo para decirle lo que la princesa Adriana quería como regalo de bodas.
Dos meses más tarde, el futuro esposo le entregó su regalo de bodas, el abrigo de toda clase de pieles. Y le dijo: espero que te haya gustado, el domingo nos casamos.

Esa misma noche, Adriana cogió todas sus cosas y se marchó, no entendía porque su padre le obligaba a casarse. Se metió en el bosque y se quedó detrás de un árbol hasta que se hiciese de día. De repente empezó a oír ruidos de cascos de caballo. Se quedó escondida tapándose con su abrigo de toda clase de pieles pero los hombres que iban a caballo le vieron y uno de ellos, el príncipe Pedro dijo: debemos llevarla a nuestro reino, no vaya a ser que este herida. Adriana se levantó, se subió al caballo pero seguía tapada no quería que nadie le reconociese.
Cuando llego al reino Adriana no quería decir su nombre, entonces le empezaron a llamar “Toda clase de pieles” por el abrigo que llevaba. Un día el cocinero le enseño a cocinar y desde entonces se convirtió en su ayudante de cocina.
Un año después, se enteró que el príncipe Pedro buscaba esposa y ella quería casarse con él, aunque sabía que el príncipe nunca se fijaría en ella.

Iban a empezar los bailes para que el príncipe Pedro buscase esposa, así que el cocinero y “toda clase de pieles” empezaron a preparar la comida. Cuando terminaron ella le pidió al cocinero que si podía asomarse a ver el baile. Se fue corriendo a su habitación y se puso guapísima, se soltó el pelo, se peinó, se pintó y se puso el vestido tan dorado como el sol. Cuando iba a terminar el baile, el príncipe la miro y le pidió un baile, estuvieron hablando, riéndose… Llegaron a bailar hasta 3 bailes, pero el príncipe no logro saber de qué reino era aquella princesa…
Al acabar el baile, se fue corriendo a su habitación a quitarse el vestido y a ponerse el abrigo de toda clase de pieles para que nadie la reconociese. Al llegar a la cocina se puso como loca a preparar el caldo y se lo subió corriendo a la habitación. Antes de entregarle el caldo, Toda clase de pieles dejo caer el colgante de su abuela.
El príncipe a medida que iba tomándose el caldo, notaba que había algo metálico al fondo, lo saco y vio el colgante y se preguntó de quien podía ser.

Llegó la segunda noche de baile, toda clase de pieles volvió a pedirle al cocinero que si podía ir a verlo y subió corriendo a cambiarse, se arregló y se puso el vestido tan plateado como la luna. Durante el baile, el príncipe no paraba de buscarla, la encontró y fue hacía ella, “me resultas muy interesante”, le dijo el príncipe. Él no paraba de hacerle preguntas pero ella nunca contestaba, bailaron 10 bailes. Al terminar, toda clase de pieles se fue corriendo a su habitación para quitarse el vestido y ponerse el abrigo de toda clase de pieles y bajo a la cocina a hacer corriendo el caldo. Cuando le subió el caldo al príncipe, volvió a dejarle otro colgante, el de su bisabuela. Mientras el príncipe se tomaba el caldo, él estaba buscando a ver si había algo de metal y efectivamente, se encontró otro colgante… el príncipe estaba muy extrañado, no sabía de quien podía ser.

Llegó la noche más importante, la tercera y última noche, el príncipe toma la decisión. Toda clase de pieles estaba muy nerviosa, volvió a pedirle al cocinero que si podía ir a ver el baile como todas las noches. Subió corriendo a su habitación y se puso el vestido tan brillante como las estrellas y un peinado de reina, estaba preciosa. En cuanto el príncipe la vio, se fue corriendo hacia ella, ya no volvió a bailar con nadie más, excepto ella. Llegó la hora y toda clase de pieles se tenía que ir a preparar el caldo pero el príncipe no paraba de cogerle la mano, no quería que se fuese.
Toda clase de pieles se fue corriendo a su habitación a quitarse el vestido y ponerse el abrigo de toda clase de pieles, bajo a las cocinas, preparó el caldo y se lo subió al príncipe, esta vez dejo caer el anillo de bodas de su madre en el caldo.
Cuando entró a la habitación del príncipe a dejar el caldo, esté le ordeno que se quedase, que iba a tardar muy poco. Cuando terminó de cenar, el príncipe se acercó a toda clase de pieles y le dijo: ¿tú sabes qué es esto?, señalando el anillo, el colgante y la figurita. Y toda clase de pieles contesto que no. El príncipe se acercó, le cogió las manos y le dijo: este anillo que tienes entre los dedos, lo he dejado caer durante el baile. Le quito la capucha del abrigo y le dijo: tú eres la mujer con la que quiero estar. Se besaron, se abrazaron y fueron felices por siempre jamás.

                                                       FIN


A la hora de adaptar este cuento, he tenido en cuenta que iba destinado a niños de 8-9 años. Es una edad en la que los niños muestran especial interés por los cuentos folclóricos. He intentado mantener la emoción de los sucesos que les ocurren a los personajes, con el fin de atraer y fijar la atención de los niños.


-HE MANTENIDO:
           -La muerte de la madre.
-El motivo por el cual la princesa huye, ya que no acepta la exigencia de su padre.
-La doble personalidad, princesa-Toda clase de pieles.
-El final feliz donde triunfa el amor entre el príncipe y la princesa/Toda clase de pieles.
-Los 3 objetos de la madre que le entrega el padre a su hija.

-HE MODIFICADO:
-He puesto nombre a los personajes principales, con el fin de que los niños puedan identificarlos fácilmente.

-He considerado más apropiado que el rey tenga el deseo de que su hija se case con el príncipe Arturo, ya que el otro no me parecía un tema adecuado para tratar con niños.


WEBGRAFÍA: 
-Teoría de la asignatura bloque 2
-http://creatividadcep.blogspot.com.es/p/adaptamos-los-cuentos_370.html
-Vygotsky
-http://www.ilustrados.com/tema/11909/metodologia-necesaria-para-adaptacion-cuentos-ninos.html






lunes, 26 de octubre de 2015

Actividad - Bloque 1 (Mejorada) "UN BOTÓN LLORÓN"

He elegido este libro, porque me lo recomendó una chica de clase. La verdad que nunca había oído hablar de esta editorial y me puse a investigar y el resultado fue muy positivo. Me pareció un libro diferente y original para trabajar en el aula.
Todo comienza cuando un botón se cae de la camisa de un niño, se puso muy triste, no paraba de llorar. Desde ese día fue de un sitio a otro, paso por el intestino de un gato, se cayó al lado de la boca de un perro y se quedó pegado en la bota de un soldado durante meses. Finalmente acabó en un camino y se hizo amigo de un guisante que era muy parlanchín. En primavera, el guisante se puso a germinar y dio una planta de flores rosadas. El botón le quiso imitar y consiguió crear la primera planta botonera del mundo.

-Ficha bibliográfica:
Título: Un botón llorón.
Autor: María Dolors Alibes, fue una escritora de libros infantiles en catalán. Escribió una cuarentena de libros para el público infantil, entre novelas y recopilaciones de cuentos. Algunos de los cuales traducidos al euskera, al castellano y al francés.
Era historiadora y maestra de profesión.
         Ilustrador: Isidre Mones
         Editorial: La Galera
         Fecha 1º Edición: 1992
         Edad recomendada: 8 años

                                    
                    
-Formato
-El libro posee un tamaño adecuado, por lo que es manejable para los niños de 8 años, ya que tiene forma cuadrada y no muy grande. De tal manera que los niños se podrán manejar perfectamente. No tiene las páginas muy gruesas así que les resultara cómodo a la hora de pasar las hojas. La portada no es muy resistente, debemos tratar el libro con cuidado si queremos que nos dure mucho tiempo, esto es un aspecto importante que debemos enseñar a los niños.

-La portada es atractiva y adecuada a los niños de 8 años. En la que se observa como el botón entre lágrimas se siente observado por un gatito mucho más grande que él. Es un aspecto importante para que llame la atención de los niños de estas edades y lo quieran leer.

-Las ilustraciones son muy originales, van muy acordes a la edad a la que va dirigido el libro y tienen la capacidad de que el niño se pueda imaginar que él es el protagonista. Las imágenes reflejan lo que el protagonista está viviendo, así que el lector es capaz de imaginarse perfectamente lo que esta sucediendo en cada momento.

 
   

-Respecto a la tipografía considero que es adecuada, ya que tanto el tamaño como el tipo de letra son apropiados para niños de esa edad.

     

-Contenido:
- El tema principal es la soledad, ya que el botón llorón no quiere estar solo y está triste hasta que por fin encuentra al guisante parlanchín. Lo mismo le pasara a muchos niños que no estén acostumbrados a estar solos, al principio estarán tristes, pero tienen que saber que más tarde o más pronto encontraran a esa persona importante y aunque estén solos o perdidos, siempre habrá alguien dispuesto a ayudarles igual que le paso al botón llorón con el guisante parlanchín.
Otro de los temas que se trata en este libro, es el miedo. El miedo que, por ejemplo, sienten muchos niños cuando se sienten sin la compañía y sin la protección de sus padres, o cuando llegan nuevos al colegio que no conocen nada; esto mismo le pasó al botón cuando se calló de la camisa y fue de un sitio a otro sin saber dónde iba a terminar, hasta que por fin conoció a su nuevo amigo el guisante parlanchín.
Son temas que veo muy adecuados para trabajar con los niños de 8 años en el aula, con el fin de que se ayuden unos a otros a superar esos miedos.

-La estructura de este libro es lineal, comienza con una presentación, en el momento en el que al niño se le cae el botón de su camisa; el nudo, cuando el botón se pierde y narran todo lo que le sucedió al botón y el desenlace comienza cuando el botón logra desprenderse de la bota y emprende una nueva vida al lado de un guisante parlanchín. Considero que es adecuada esta estructura, ya que ayuda al niño a poder imaginarse a la perfección todo lo que le ha sucedido al botón. Es una buena manera de ir introduciendo al niño en la historia.

-El protagonista principal es el botón llorón, que al verse solo, no paraba de llorar. Los niños pueden identificarse muy bien con el botón, ya que cuando cualquier niño pequeño se pierde o no sabe muy bien donde está, su reacción también es ponerse a llorar.
Otros personajes: el gato que estaba hambriento y se comió al botón, el soldado que sin darse cuenta, le piso y por último el guisante parlanchín, que para el botón, el guisante era su modelo a seguir, igual que una hermana pequeña quiere ser como la hermana mayor, pues aquí pasa lo mismo, el botón llorón, quería ser igual que el guisante parlanchín, el guisante empezó a germinar y a extender sus raíces, el botón empezó a imitarle y se formó la primera planta botonera del mundo.

-Uno de los valores que nos muestra el libro, es que no hace falta ponerse a llorar, porque lo único que consigues es que te pongas más nervioso y no soluciones nada. Hay que aprender a mantener la calma, porque llorando no se solucionan las cosas.

Un contravalor que podemos encontrar en la historia es la rabia o frustración por verse solo, también el miedo por no saber dónde vas a ir y que va a suceder. Que según informa la psicóloga y maestra en Educación Primaria, Virginia González es algo muy normal en los niños de esa edad, por lo que me parecen muy acertados para tratar a esta edad.

-El lenguaje que utiliza es sencillo, claro y adecuado para los niños de 8 años. Pero en mi opinión, utiliza párrafos demasiado largos. Utiliza diálogos que rompen y un vocabulario adecuado para los niños de esa edad, aunque en ocasiones utilizan alguna palabra nueva que los niños deberán buscar en el diccionario, aunque esto es positivo para ellos, ya que así van aprendiendo nuevo vocabulario.

-Conclusión:
-Cuando terminé de leerme el libro, pensé que ese libro lo podría utilizar con niños de 7-8 años, pero después de realizar el análisis, he llegado a la conclusión de que la edad a la que recomiendo y yo trabajaría este libro en el aula es con niños de 8 años.

Es un libro interesante y que llama la atención, considero que mantendría a los niños atentos. Pienso que este libro se podría leer en clase, para que todos los niños participen y podamos comentar todos los temas que vayan saliendo.

Además muchos de los niños se sentirán identificados con el protagonista y es una buena forma de que reflexionen y entiendan que no hace falta llorar por todo, porque llorar no soluciona las cosas. Antes de que finalice la clase, los niños podrían contar que harían ellos si fuesen el botón llorón de tal manera que ellos también se sientan protagonistas de la historia.

Considero muy adecuado trabajar con este libro en el aula, ya que, por lo que he podido leer, según Pilar Gamazo, de los 6 a los 11 años son frecuentes los miedos a perder a los padres, caer enfermos, hacer el ridículo, castigos o a perder el control, por lo que considero una buena forma de que cada niño pueda expresar sus miedos y que ninguno se sienta inferior, ya que todos tenemos algún miedo y que vean, que con el paso del tiempo, los miedos van desapareciendo.

-Buscando por internet, encontré que María Santos, trabajo este libro en clase de la siguiente manera. Conto a los niños de la clase el libro del botón llorón, los niños al igual que en sesiones anteriores permanecieron atentos mientras ella lo contaba.
A algunos les pareció que era muy corto, otros comentaron que les daba pena el botón.
Cuando terminó el libro les dio una piruleta con cara de botón (les pegó una carita en la parte circular de la piruleta), esto les encanto.
Como taller en relación al libro lo que han hecho es un botón de cartulina roja para colgárselo y una planta botonera de hojas blancas que lo han pintado con pincel. Y cuando se ha secado es lo que se han llevado de recuerdo del libro a casa.